En el Jardín de Infantes N°11 de Junín de los Andes, las y los niños de la sala “Martín Pescador” exploran el mundo natural desde una mirada curiosa, artística e intercultural.
En Junín de los Andes, cada jornada escolar en la sala “Martín Pescador” del Jardín de Infantes N°11 comienza con una invitación a descubrir. Allí, niñas y niños de 3 y 4 años se acercan al conocimiento del ambiente con la misma naturalidad con que exploran el patio, los colores del cielo o el vuelo de un ave sobre el río Chimehuín.
El equipo docente conformado por Nancy Vera, Estefanía Carrillo y Daniela Valdebenito impulsa desde hace tiempo una propuesta educativa donde la relación con la naturaleza es parte esencial del aprendizaje. Las educadoras sostienen que “el ambiente se entiende como entramado de relaciones naturales, sociales y culturales”, una definición que se traduce en proyectos donde la curiosidad infantil se combina con la conciencia ecológica.
Las actividades incluyen visitas al río Chimehuín y la participación en el Festival del Huemul, en el Parque Nacional Lanín. Estas experiencias permiten a los niños y niñas reconocer las especies que los rodean, comprender los ciclos de la vida y sentir que forman parte de ese equilibrio. “Nos invitó a conocer diferentes cauces de agua de Junín y los seres vivos que los habitan”, contó Vera. Durante una de esas salidas, el grupo observó un ave que se transformó en símbolo: “Un Martín Pescador que se nos instaló y con el que los chicos se interesaron mucho porque coincide con el nombre de nuestra sala”, recordó la docente.
Los incendios forestales, que el último verano afectaron a la localidad, también fueron tema de aprendizaje. En colaboración con el equipo del Parque Nacional Lanín, las y los estudiantes conocieron la historia de “Salvador”, el búho brigadista que representa los servicios de manejo del fuego dentro del Programa de Educación para la Prevención de Incendios. Según explicó Vera, esta experiencia ayudó a los niños a comprender cómo se trabaja para proteger los bosques y los animales.
La propuesta pedagógica se amplía al terreno cultural. Las docentes incorporaron la mirada de los pueblos originarios para abordar la relación con la naturaleza desde la cosmovisión mapuche. Así, los relatos tradicionales se convirtieron en nuevas ventanas de aprendizaje. “Les presentamos las aves desde la cosmovisión mapuche a través de lectura de cuentos, mitos, leyendas y videos”, señaló la referente del proyecto.
La semana pasada, la delegación local de la dirección provincial de Fauna del ministerio de Seguridad visitó el jardín para compartir con las infancias información sobre las áreas y reservas naturales, y su función en la protección de especies autóctonas.
El proyecto continuará creciendo. “Tendrá continuidad con la visita de la Red de Fauna Silvestre local quienes realizan un trabajo con guarda faunas y la Reserva Natural Urbana de San Martín de los Andes”, adelantó Vera.
Así, entre canciones, cuentos, paseos y observaciones, los niños y niñas del Jardín N°11 aprenden algo más que nombres de aves o especies vegetales. Aprenden que cuidar el ambiente también es cuidar su casa, su historia y el futuro de todos.